GANAR PARA PERDER O PERDER PARA GANAR

Christopher Hernandez
4 min readMar 22, 2021

--

“Para ganar, primero tienes que empezar”- Desconocido

Siempre se nos ha dicho desde pequeños que el ganar lo es todo, así sea algún partido de futbol o algún puesto importante, pero ¿alguna vez pensamos en lo que se pierde al ganar ciertas cosas?

Ganar es de las mejores cosas que nos pasan, pues a quien no le gusta ganar. Mi padre es de las personas más competitivas que eh conocido en toda mi vida. Su trabajo duro, al igual que su pasión por hacer las cosas lo han llevado hasta donde se encuentra el día de hoy. Es una persona de carácter fuerte y nunca ha hecho algo que no lo apasione.

El me ah enseñando tanto de la vida y en ocasiones sin decir alguna palabra. Me enseño a encestar mi primera canasta, a patear mi primer balón e incluso a golpear mi primera bolsa de box. Es el mejor padre del mundo y estoy dispuesto a discutirlo con cualquier persona para que vea que tengo la razón.

Hace dos años mi familia se inscribió a un gimnasio, en este gimnasio había canchas de racquetbol. Un deporte nuevo para mí, pero uno de los mejores que eh jugado ya que mi coordinación para este es increíble. Nunca eh sido bueno para los deportes, pero este se me dio muy fácil.

Aquí me enamore del ráquetbol y sin saber por qué. La razón, mi padre, conocí una faceta nueva que no conocía a mis 18 años, tanto en mi padre como en mí. Me apasionaba el hacer ejercicio, pero el hacerlo mientras jugaba con mi padre era especial e increíble. Él y yo hemos sido competitivos toda nuestra vida, ya sea en algún deporte o en ver quien puede decir la mayor cantidad de palabras en un minuto. Es un hombre muy juguetón y de vez en cuando fastidioso, pero cuando hay competitividad cambia. Nunca le ha gustado perder al igual que a mí.

Yo por dar lo mejor de mi practicaba 3 o 4 veces por semana para poder llegar a su nivel, increíblemente lo hice. Tan solo con lo que él me había enseñado y mis ganas pude llegar a su nivel. En un par de meses un juego nos tardaba una hora poder terminarlo. Tarde 7 meses en ganarle mi primer juego, ya que su experiencia sobrepasaba mi fuerza. El ganarle no fue nada fácil, pero si fue algo increíble.

Lamentablemente han pasado los años y mientras más juegos gano, más pierdo. Yo pierdo al hombre de mi vida, a aquel que me ha dado todo cuanto ha podido ah aquel que ha entregado su vida por verme ganar, que ah echo todo para verme feliz. Cada juego es un dolor inmenso a mi persona, es una estaca que atraviesa mi corazón, porque sé que cada vez es más lento. Cada vez es un juego menos, es un tiempo menos con él.

En un principio jugaba para ganarle, jugaba para derrotarlo lo peor que pudiera, pues eso fue lo que me enseñó. Me enseno a ganar, a luchar hasta el final cada punto y ponerme siempre como si estuviese perdiendo, a hacer las cosas con pación, con ganas, pero aún más con la frente en alto. Así perdiera o ganara siempre con la frente en alto ya que sabía que había dado lo mejor de mí.

Me di cuenta de que yo no jugaba por ganar, si no para poder tener más tiempo con él. Poder platicar sobre otra cosa además del trabajo. Poder aprender aún mas de él. Me di cuenta de que en cada juego yo buscaba la manera de ser un poco más como él. De tener su toque hacia la vida, tener su saque hacia adelante, de poder acertar en más cosas, buscaba el poder ser tan fuerte, tan inteligente, tan ágil como él a pesar de su edad.

Pero más importante me di cuenta de que quería que fuera eterno. Quería que me durara toda la vida, pero la realidad es otra y lamentablemente eso no se podrá. Así que cada juego es uno menos, y cada victoria mía se convierte en sufrimiento y dolor. Dolor que deshace mi corazón, pero es difícil saben, el siempre espera lo mejor de mí y yo siempre le doy lo mejor porque él lo merece, además de que me lo exige.

Yo no quiero ganar más juegos, yo quiero ganar más tiempo. Mas experiencias, quiero que mi padre sea eterno, porque cuando el falte, cuando el falte, no sé qué hare. Y ahí en ese monto me daré cuenta de que gané mucho, pero aún más que lo perdí todo.

No sé si él se dé cuenta que yo ya no golpeo la pelota tan fuerte, que hago errores muy tontos e incluso que regalo saques con tal de verlo feliz, así como el ah echo infinidad de cosas por mí, perderé para ganar.

--

--